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¿Cómo fue el origen de la cerámica prehispánica? Muy simple. Después del descubrimiento de la cerámica, cada comunidad, y, por ende, civilización, comenzó a desarrollar sus propias técnicas y características con respecto al uso de este material.

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Así, llegó el turno del desarrollo de la cerámica en América. Antes de la llegada de los españoles, las civilizaciones ya se encontraban en un completo desarrollo. ¿Hasta que punto llegaron a impulsar su arte? ¿Cuáles eran sus principales características? En las siguientes líneas se desarrollará todo acerca de la cerámica precolombina.

Introducción

La labor artesanal de la cerámica es uno de los trabajos más antiguos que un hombre ha podido realizar. A pesar de que no existe una fecha exacta de su origen, se cree que lleva alrededor de unos 20 000 años en nuestra sociedad.

Específicamente hablando acerca de la cerámica prehispánica, en América, las sociedades continuaban un desarrollo tanto en aspectos culturales, arquitectura, religión, astronomía, y otros ámbitos. Todo ello permitió establecer complejas y detalladas estructuras sociales. Asimismo, las culturas americanas se diferenciaban del resto por el nivel de tecnología que presentaban.

En el momento en el que los europeos llegaron al continente americano, ellos encontraron civilizaciones, imperios en expansión, sociedades estratificadas y articuladas en clases, una agricultura desarrollada, trabajos artesanales, y demás. De esa forma, esto propició el desarrollo comercial y, por consiguiente, la innovación de técnicas de manufactura.

Primera observación a la cerámica prehispánica

Lo que sucedió con la cerámica fue una gran evolución. En un inicio era vista como un simple objeto culinario, para después convertirse en algo capaz de proyectar la cosmología e historia de las sociedades y sus civilizaciones.

Lo mejor de este tipo de cerámica recaía en sus técnicas de fabricación. Estas responden a las necesidades sociales, o a algún tipo de exigencia. Del mismo modo, buscaban alcanzar la unificación entre creencias, productores y consumidores.

Producto de esta necesidad creativa, se desarrolló una verdadera tradición en el modelado y cocción de los materiales para la cerámica.

Dentro de su iconografía, destacan las representaciones de los ámbitos materiales, mentales y espirituales. Por ejemplo, se podía observar al naturalismo, de acuerdo con el entorno, reflejando imágenes de animales. Además, no podían faltar los elementos como el viento, agua, y hasta concepciones más divinas.

Cabe resaltar que la cerámica fue uno de los grandes elementos a la hora de realizar algún tipo de intercambio durante la etapa del comercio. Como evidencia, se han encontrado muestras de diferentes estilos en sitios distantes a las zonas de producción. Así, estos estilos con diseños tan particulares se encuentran en diferentes regiones de Mesoamérica. Por supuesto, no pasa desapercibido su sello característico: el modelado a mano o la utilización de moldes de barro para la construcción de piezas.

En la mayoría de los casos, el modelado que se le daba a las piezas de cerámica buscaba representar personajes, hechos o grandes acontecimientos de su vida cotidiana. Cada una de estas peculiaridades, hacen que se recuerde y se estudie a la cerámica prehispánica como se debe.

¿Cómo era la cerámica prehispánica?

De acuerdo con diversos investigadores, la antigua cerámica americana desarrolló diversas formas y estilos refinados, siendo estos, en su mayoría, muy particulares y totalmente independientes. ¡La cerámica prehispánica llegó a alcanzar un alto nivel artístico!

Al no conocer el torno del alfarero, todas las vasijas se desarrollaban con el método de los rollos de arcilla, modelando a mano. Para su decoración, utilizaban la barbotina coloreada con pigmentos minerales y vegetales.

manos trabajando sobre barro

En términos generales, el concepto de cerámica prehispánica se puede entender de la siguiente manera: Es todo aquel producto hecho de barro que ha sido manipulado para formar o elaborar diferentes vasijas o portadores de alimentos o líquidos.

Por otro lado, también existen otros tipos de clasificaciones para la cerámica prehispánica o, también conocida como precolombina. Evidentemente, no todas las cerámicas tenían un papel útil, algunas simplemente eran objetos que facilitaban alguna técnica en la agricultura, o tan solo figuras.

Por ello, en pocas palabras, se puede definir a la cerámica prehispánica como una gran clasificación de objetos de diversos tipos y formas, color, expresiones o texturas.

Y aunque se suele creer que la cerámica, desde sus inicios, contó con un rol utilitario, lo cierto es que no siempre fue así.

El desarrollo de los primeros pueblos prehispánicos son un claro ejemplo de ello. Estos son caracterizados por tener diversos períodos en donde floreció o salió a flote un pueblo en particular.

Es por ello que, cada civilización pudo destacarse en un campo en específico, ya sea en aspectos culturales, estructura social, comercial o manufactura de piezas cerámicas.

Características de la cerámica prehispánica

Como parte de su proceso evolutivo, la cerámica en Mesoamérica comenzó siendo un objeto sencillo y rudimentario que solamente se usaba para almacenar líquidos y granos.

Con el tiempo, este mismo objeto tosco pasó a ser más elaborado, aplicando formas y acabados, lo que llevó a que surgieran nuevos establecimientos de talleres de elaboración de piezas cerámicas.

Este desarrollo en su decorado se convirtió en la pieza fundamental para que las civilizaciones pudieran relatar historias a través de sus dibujos.

De acuerdo con su uso

En sí, las cerámicas se diferenciaban si estas cumplían un rol doméstico o era diseñado para un tipo de ritual. Así, podrían decorarse dependiendo de la función. Por otro lado, la decoración y la iconografía que se aplicaba en la cerámica dependía mucho de acuerdo con el nivel o estrato social al que se pertenecía.

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De acuerdo con sus formas

Por su parte, la cerámica también podía clasificarse con respecto a sus formas, tamaños, y decoración. Para ello, se observaron vasijas y cuencos que llevan nombres particulares, tales como: antropomorfa, zoomorfa y fitomorfa.

Cada uno de estos puntos tenía una característica en particular. Por ejemplo, si se trata de un decorado con una figura humana, se le denomina antropomorfo; si se trata de animales, lleva el nombre de zoomorfo: y, por último, si es una representación de la flora, va bajo la denominación de fitomorfo. En algunas excepciones, se podían mezclar las decoraciones. Además, se les solía agregar motivos lineales hasta formas iconográficas más complejas.

De acuerdo con el tipo de soporte

Muy aparte de sus formas y decoraciones, existía otra clasificación de acuerdo con el número de soportes. Así, estos podrían ser tetrápodos (cuatro soportes), y trípodes (tres soportes). A su vez, se mantenía una relación con el diseño o figura que la pieza cerámica representa.

Del mismo modo, pueden variar en su forma: mamiformes, cónicos, de lasca, botones, entre otros; pueden ser huecos, con sonaja, o modelados de animales y frutas.

En resumen, las características que presentaba la cerámica prehispánica pueden dividirse en diversos complejos y grupos. De esa manera, su clasificación puede ser basta y ampliarse hasta llegar al tipo de decorado, entre otros.

¿Cuál era su función?

En un inicio, la cerámica presentaba un rol dentro de la sociedad como algo utilitario y capaz de emplearlo durante un ritual. Muchas veces, sus funciones dependían de las estratificaciones del individuo.

Sin embargo, la estética de la cerámica tuvo cambios, a medida en que las civilizaciones pasan por una serie de acontecimientos. Su principal cambio se vio reflejado en su forma y función.

Función utilitaria y de ritual

Pequeñas tribus, en donde se desarrollaba la cerámica, empezaron a dejar un poco de lado ese carácter utilitario, para comenzar a formar figuras que encarnan ideas de fertilidad. Algunos ejemplos de ello se encuentran en las primeras civilizaciones de México, Centroamérica, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú.

Función suntuaria

Conforme se dieron las estratificaciones, comenzó la división por los tipos de familia. Ello implicó la aparición de una cerámica suntuaria o de lujo. En otras palabras, se trata de vajilla de élite y también para usos rituales.

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Las formas, como la decoración y la calidad de la cerámica, se empezó a realizar por especialistas en el tema; aunque, por su parte, se desarrollaba una cerámica sencilla en el seno familiar.

Las figurillas, como los adornos y otras decoraciones adicionales, buscaban reflejar la complejidad de la clase élite. Aparte, se solía vincular con el culto a los antepasados. En su mayoría, los de carácter funerario, acompañaban a su poseedor a la tumba y se tiene el concepto de una idea de la divinización de los ancestros.

Gran parte de la cultura prehispánica se encontraba dentro de este modelo de sociedad. Solamente los especialistas eran quienes se encargaban de realizar la cerámica, tanto de uso cotidiano como la suntuario o de lujo.

Función comercial

Se trata de una cerámica compleja, con una sofistica decoración, incluso podía llegar a ser difícil para su interpretación. Debido a su excelente forma, solía ser usada como un objeto de comercio.

Técnicas y procesos de la cerámica precolombina

Durante ese tiempo, la cerámica precolombina era realizada de una cierta forma. Para su proceso, necesitaba de ciertas herramientas y materias primas. 

¿Te interesa conocer más acerca de las técnicas que empleaban? Entonces, continúa leyendo.

Materia prima

La elaboración de la cerámica exigía un proceso previo: la selección de la arcilla correcta; así como también el lavado de impureza y la adición de un material desengrasante (tales como paja, arena, concha o cerámica molida).

maniobrando arcilla

Evidentemente, no todos los pueblos eran capaces de conseguir todos los utensilios. Por eso, en la mayoría de los casos, se trabajó con arcillas locales, extraídas de lugares cercanos a sus civilizaciones. Casualmente a esta mezcla se le agregaba material orgánico para obtener una pieza de menor peso y que facilite el transporte.

Procesos de construcción

Pasando al punto de la construcción, la técnica del modelado fue la más generalizada en tiempos prehispánicos. Estos moldes servían para darle forma y detalles con el movimiento de los dedos. De esa forma, los moldes para elaborar vasijas se utilizaron limitadamente, dado que el torno de alfarería todavía no era del todo conocido.

Así, la técnica de la confección de la cerámica cambió desde la utilización de una pella de barro, que se usaba para ahondar, ahuecar y no darle un gran tamaño; hasta la técnica del adujado o enrollamiento de cilindros de arcilla que se podía alisar con los dedos.

Una vez que las superficies se encontraban lisas, con la ayuda de una piedra fina o con un pedazo de cuero, se allanaba más la zona. En épocas tardías y en civilizaciones más complejas, se empleaba el uso del molde.

Producción

Como mencionamos anteriormente, la técnica para su realización varía entre el modelado a mano y la utilización del molde. Todo depende de la época en el cual se realiza y de la cultura en donde se producen.

Para agilizar la producción, se utilizaron moldes de barro cocido, lo que significó un gran avance tecnológico.

 Formas

El hecho de que la cerámica sea uno de los elementos más constante entre las culturas, hace que este material partícipe de múltiples funciones, ya sean de tipo doméstico, funerario o ceremonial. Muy aparte se encuentra el hecho de que también puede ser considerado como una obra de arte.

Entre las civilizaciones no tan desarrolladas, la cerámica es de formas más simples. Por ello, se utilizaba principalmente para cubrir las necesidades de la vida cotidiana. Así fue como se encontraron numerosas formas de vasijas tales como los cuencos, platos, platones, fuentes, vasos, tazas, botella, alcarrazas; entre otros. Estos elementos determinaban costumbres y pautas de alimentación.

Decoración

En la cerámica prehispánica de sus aspectos importantes es la decoración. Dicha decoración puede ser presentada por diversas técnicas tales como el acanalado, grabado, raspado, inciso, pastillaje, sellado, moldeado, punzonado o puyado y la del pintado.

Por su parte, los colores más usuales que su utilizaron durante este tiempo fueron el rojo, naranja, negro, amarillo y blanco; aunque también se apreciaban tonalidades ocres, cafés, cremas y azulejos.

Quema

Por último, en relación con las formas de cocción de la cerámica, es importante mencionar que, en la América precolombina, no se conocía el horno cerrado. Es por eso que la mayor cantidad de piezas fueron cocidas en hornos abiertos en donde, se solía creer, que se podía aprovechar mejor el combustible de la cocción.

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